SOS UN REGALO

(Jeremías 1:5) “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”.
“Tu vida es un
regalo que espera su momento”.
Tu historia, por designio de Dios tiene
respuestas que otros necesitan, tiene esperanzas y fuerzas para dar a otras
personas. Fuiste salvado, llamado y estas siendo equipado y posicionado por
Dios. Este momento de la historia nos ha confiado Dios a quienes estamos con
vida ahora. Tu vida es la promesa para alguna persona, porque tu vida tiene
propósitos, no es un accidente que estés en el planeta tierra hoy.
¿Cómo se cual es mi propósito?
Podrías empezar por ver en qué cosas sos bueno,
y/o cuales son las cosas que te gustan hacer independientemente a si sos
remunerado o no por hacerlo. Hay dones y talentos distintos que cada uno de los
seres humanos tenemos, y está en cada uno de nosotros quitarlos a la luz y
ponerlos a disposición donde estemos. Quizá pueden ser rechazados en algún
lugar, pero eso no significa que nunca más existirá otra oportunidad u ocasión
para utilizarlos, sino pregunten a Michael Jordán a quien siendo adolescente le
dijeron que busque otro deporte o alguna otra cosa en que enfocarse porque
nunca sería basquetbolista.
¿Estoy dispuesto a cumplir mi
propósito?
Esto va para aquellos que realmente lo quieren
cumplir, quizá ya lo identificaste, o quizá no, eso no importa mucho ahora. Lo
que si importa es una vez que lo sepas ¿Qué harás con el? Porque no hay cosa
más triste que vivir una vida apuntando a algo que no sirve, o no es aquello
para lo cual estamos, ¿de qué te sirve ir en el camino equivocado o contrario?
Solo perdes tiempo, recursos, oportunidades y quien sabe cuántas otras cosas.
Habla con alguien de confianza, y en caso que no
sepas para que estas, cual podría ser tu propósito, consulta al menos a 3
personas que te conozcan y como dije sean de confianza consultando como te ven,
o en que les parece que deberías invertir el resto de tu vida (en cuanto a
talentos, estudios).